Es difícil resistirse al sol de verano……
…pero considerando que el 90 % de todos los casos de cáncer de la piel son causados por la exposición al sol, tal vez convenga moderar un poco la exposición al sol.
Para complicar más las cosas, los productos formulados para protegernos del exceso de rayos ultravioleta (UV) también pueden perjudicarnos a largo plazo.
Algunos químicos comúnmente usados en los protectores solares, como la benzofenona y el octilmetoxicinamato (también llamado octinoxato), los parabenos, que se usan como conservantes y los ftalatos, que se encuentran en las fragancias sintéticas, son posibles alteradores hormonales. Sin embargo, hay formas menos tóxicas de protegerse sin sacrificar la salud a largo plazo.
Por otra parte, la planificación integral del bronceado incluye la preparación previa del organismo mediante la administración por vía oral de productos antioxidantes, aplicación de cremas fotoprotectoras en cantidad suficiente durante la exposición, así como el control del tiempo máximo de exposición y ajuste de la dieta alimenticia.
Es difícil resistirse al sol de verano……
…pero considerando que el 90 % de todos los casos de cáncer de la piel son causados por la exposición al sol, tal vez convenga moderar un poco la exposición al sol.
Para complicar más las cosas, los productos formulados para protegernos del exceso de rayos ultravioleta (UV) también pueden perjudicarnos a largo plazo. Algunos químicos comúnmente usados en los protectores solares, como la benzofenona y el octilmetoxicinamato (también llamado octinoxato), los parabenos, que se usan como conservantes y los ftalatos, que se encuentran en las fragancias sintéticas, son posibles alteradores hormonales. Sin embargo, hay formas menos tóxicas de protegerse sin sacrificar la salud a largo plazo.
Por otra parte, la planificación integral del bronceado incluye la preparación previa del organismo mediante la administración por vía oral de productos antioxidantes, aplicación de cremas fotoprotectoras en cantidad suficiente durante la exposición, así como el control del tiempo máximo de exposición y ajuste de la dieta alimenticia.
Protectores y bloqueadores solares
La piel es nuestro órgano más grande. Protege la red de músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos y todo lo que hay dentro de nuestro cuerpo.
Nuestros párpados tienen la piel más fina y las plantas de los pies, la más gruesa. Por otra parte no hay que olvidar que la piel es un órgano capaz de absorber sustancias que pasan a nuestro interior y que pueden llegar hasta nuestras células.
Si hablamos del cabello, en realidad, es un tipo modificado de piel. El vello crece en todo el cuerpo, salvo en las palmas de las manos, las plantas de los pies, los párpados y los labios. El cabello crece más rápidamente en verano que en invierno y más lentamente durante la noche que durante el día.
Tipos de filtros solares
En el mercado existen dos tipos de filtros solares:
Químicos sintéticos
- Generalmente elaborados con compuestos de origen sintético.
- Absorben la radiación solar y cambian su estructura molecular para evitar el daño en la piel.
- Protegen contra los rayos UVA ó bien contra los UVB.
- Funcionan por absorción y actúan 20 minutos después de su aplicación.
-Pueden suponer alteraciones químicas que en ciertos casos producen dermatitis o alergias.
Físicos o minerales
-Formados por partículas micronizadas de origen mineral.
-Se adhieren a la piel creando una barrera que refleja la radiación
solar.
- Protegen contra los rayos UVA y UVB
-Su efecto protector comienza inmediatamente después de la
aplicación.
-Tolerancia dermatológica muy alta. No se absorben por el
organismo.
Por lo anterior se concluye que los filtros solares minerales a base de dióxido de titanio, actúan de manera distinta a los filtros sintéticos. No penetran en la piel, sino que forman una especie de escudo invisible, reflejando así la radiación solar. De esta manera se evitan las reacciones alérgicas que pueden provocar los filtros solares químicos.
Por otra parte, la mayoría de los productos solares llevan parabenos, sustancias utilizadas como conservantes en muchos productos de cosmética. Los parabenos son fácilmente absorbidos por la piel y en investigaciones de especialistas británicos se ha advertido de la presencia de parabenos en los tumores. Así, una señal de alarma se ha encendido sobre el uso de desodorantes axilares con parabenos por las mujeres, especialmente las adolescentes y las que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama.
Son frecuentes las reacciones alérgicas al sol en pieles muy sensibles. Estas reacciones también son debidas a que muchos productos utilizados para la protección solar contienen en sus filtros solares componentes sintéticos y emulgentes. La combinación en la piel de los rayos UV y estas sustancias químicas, provocan a menudo eczemas que derivan en pústulas que se irritan y escuecen.
Según explica el doctor Jesús del Pino, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de la Cruz Roja, en Madrid, la administración conjunta de preparados a base de plantas medicinales antes de la exposición y de protectores solares tópicos constituye una defensa integral de la piel al prevenir las posibles consecuencias negativas derivadas de la acción pro-oxidante de las radiaciones solares a corto plazo (eritema y quemadura) y a largo plazo (inflamación, inmuno- supresión, fotoenvejecimiento y cáncer).
El consumo de alimentos y plantas medicinales con propiedades antioxidantes han demostrado su eficacia contra el envejecimiento cutáneo y los daños producidos por el sol. De hecho, y según demuestran estudios clínicos, la suplementación de la dieta con preparados de betacaroteno, aceite de borraja y onagra y vitamina E contribuye a retrasar el envejecimiento cutáneo y a proteger la piel de los rayos ultravioleta.
Según explica el doctor Jesús del Pino, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de la Cruz Roja, en Madrid, la administración conjunta de preparados a base de plantas medicinales antes de la exposición y de protectores solares tópicos constituye una defensa integral de la piel al prevenir las posibles consecuencias negativas derivadas de la acción pro-oxidante de las radiaciones solares a corto plazo (eritema y quemadura) y a largo plazo (inflamación, inmuno- supresión, fotoenvejecimiento y cáncer).
El consumo de alimentos y plantas medicinales con propiedades antioxidantes han demostrado su eficacia contra el envejecimiento cutáneo y los daños producidos por el sol. De hecho, y según demuestran estudios clínicos, la suplementación de la dieta con preparados de betacaroteno, aceite de borraja y onagra y vitamina E contribuye a retrasar el envejecimiento cutáneo y a proteger la piel de los rayos ultravioleta.
El betacaroteno es un principio activo precursor de la vitamina A que favorece la aparición del bronceado, al tiempo que protege la piel por su efecto antioxidante.
En opinión del Dr. del Pino “el betacaroteno actúa destruyendo los radicales libres del oxígeno que resultan de la actividad oxidante de las radiaciones UV, por lo tanto, se convierte en un arma efectiva frente al envejecimiento cutáneo y la degeneración producida por la exposición a las radiaciones solares UVA y UVB”.
Los preparados a base de betacaroteno, además de su acción fotoprotectora, proporcionan una coloración similar al bronceado en las capas superiores de la piel, sin necesidad de exponerse al sol, provocado por su mecanismo de eliminación a través de los poros.
El betacaroteno, según afirman los especialistas, mejora la tersura, brillo y color de piel, aumenta la inmunidad cutánea, contribuye a reducir los enrojecimientos o eritemas solares, especialmente en personas de piel clara y según afirma el doctor del Pino, las propiedades antioxidantes del betacaroteno pueden ser determinantes incluso para retrasar la aparición de tumores malignos de piel (melanoma) provocados por el exceso de radiación ultravioleta.
En opinión de la profesora Ortega, el betacaroteno puede ser administrado por vía oral mediante la utilización de preparados estandarizados y debidamente acondicionados. “Aunque una dieta mediterránea equilibrada en la que se incluya el consumo de muchas frutas (albaricoque, mango) y verduras (zanahoria, tomate, calabaza, lechuga, brécol, pimientos, espinacas), podría ser suficiente, -afirma la experta,- por lo general no se ingieren suficientes cantidades de estos alimentos para garantizar una concentración eficaz de esta sustancia en el organismo”.